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PAULA MARÍA
Madrid
Actualizado
Las tres petroleras se apuntan a la guerra comercial, pero limitan los descuentos a clientes fidelizados

Galp, Shell y Disa han seguido la estela de Repsol y han anunciado que mantendrán los descuentos en sus gasolineras pese al final de la bonificación del Gobierno de 20 céntimos en surtidor el próximo 31 de diciembre.
Mientras que Cepsa y BP, los otros dos líderes del negocio de las estaciones de servicio sólo por detrás de Repsol, siguen sin confirmar oficialmente cuál será su política comercial de cara al año que viene, otros referentes del sector se han sumado a la compañía que dirige Josu Jon Imaz, avivando una guerra comercial en la que las petroleras llevan librando desde la pasada primavera.
Repsol, eso sí, ha dado un giro a su estrategia de precios. El grupo energético ha decidido mantener hasta el próximo 31 de marzo sólo los descuentos de 10 céntimos por litro para aquellos clientes que utilicen Waylet, la aplicación de pago y fidelización del grupo, lo que supone suprimir la rebaja de 5 céntimos por litro que hasta ahora había aplicado a los repostajes que no utilizasen su herramienta de pago.
En la misma línea se ha pronunciado Disa, distribuidor líder en las Islas Canarias. El grupo que preside Demetrio Carceller, licenciatario de la marca Shell en España, informó este miércoles de que prolongarán hasta el 31 de marzo del próximo año el descuento de hasta 10 céntimos por litro de gasolina para los usuarios de su aplicación móvil Mi Energía DISA. La bonificación será compatible con las ventajas vigentes para clientes titulares de la oferta combinada de gas, electricidad y carburante, según matizó la compañía.
Por su parte, Galp también amplió ayer su campaña de ofertas a particulares. La petrolera portuguesa seguirá ofreciendo un descuento de 10 céntimos por litro para clientes fidelizados a través de la aplicación Mundo Galp. Además, las nuevas altas que se sumen a este programa recibirán un cupón de 25 céntimos por litro. Los descuentos se podrán prorrogar mes a mes a partir del 1 de enero.
La retirada del descuento por decreto de 20 céntimos ha recrudecido la guerra de descuentos en las estaciones de servicios. Pese al elevado coste de estas rebajas (Repsol, por ejemplo, lo cifra en 440 millones de euros), ninguna compañía quiere ser la primera en subir los precios en un momento especialmente delicado para el sector a nivel reputacional y donde existe una competencia feroz por los clientes.
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