El mercado asiático ha dado la señal de alarma, desde primera hora de este lunes, de lo que se anticipa como una semana de vértigo para la libra esterlina. La divisa británica se ha desplomado ya a valores desconocidos desde 1971 en su cotización frente al dólar. El bajo nivel de intercambio en ese mercado dispara la volatilidad, y en las primeras operaciones europeas la libra se mantenía algo más firme, pero prácticamente en paridad con la moneda estadounidense. Respecto al euro, la libra también veía reducida su cotización a niveles similares a los de septiembre de 2020, una clara señal de que las turbulencias vividas en torno a la divisa desde este viernes no responden únicamente a la fortaleza global del dólar, sino a los problemas derivados de la economía británica.
El nuevo Gobierno de Liz Truss anunció a finales de la semana pasada la mayor rebaja de impuestos aprobada en el Reino Unido en más de 50 años. Un alivio fiscal generalizado que incluye a empresas, particulares e incluso cotizaciones sociales y transmisiones patrimoniales, y que, combinado con los más de 150.000 millones de euros comprometidos en ayudas directas a negocios y hogares para hacer frente a la actual crisis energética, anticipa un nivel de endeudamiento que los mercados consideran insostenible.
Horas antes de que el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, anunciara la bajada de impuestos y prometiera incluso que habría más medidas en ese sentido, el Banco de Inglaterra había tomado la decisión de subir el tipo básico de interés medio punto, hasta situarlo en el 2,25%. Era la respuesta reclamada con urgencia por muchos economistas para hacer frente a una inflación galopante que se sitúa en estos momentos en el 9,9%. Kwarteng llegó a asegurar, en su comparecencia del viernes ante la Cámara de los Comunes, que las ayudas para rebajar las facturas del gas y la electricidad podrían aliviar el nivel de inflación hasta cinco puntos porcentuales. Los expertos, sin embargo, señalan un calentamiento de la actividad económica, con la intervención del Gobierno en el momento menos apropiado.
Los mercados ya cuentan con una posible reunión extraordinaria del comité directivo del Banco de Inglaterra, para evaluar nuevas subidas de tipos. La fortaleza actual del dólar es causa mayor en todas estas turbulencias, pero no únicamente. “En el caso de la libra, todo se ha exacerbado con el anuncio del Gobierno de nuevas rebajas de impuestos, una medida claramente inflacionaria”, ha explicado a la BBC Peter Escho, fundador de la firma de inversión Wealthi. “Los subsidios al consumo de energía aprobados, y la noticia de una reunión extraordinaria del Banco de Inglaterra, se han sumado para crear cierta sensación de pánico”, ha añadido.
La prima de riesgo en los bonos emitidos a cinco años por el Tesoro británico ha subido este lunes 40 puntos básicos, hasta situarse en el 4,503%, el nivel más alto desde octubre de 2008. Una década de austeridad contuvo el valor de la libra, a costa de un serio incremento de la desigualdad en el Reino Unido. Las medidas anunciadas por el nuevo Ejecutivo conservador, denunciadas por la oposición laborista como ayudas innecesarias a los más ricos, auguran un largo invierno de conflictividad social.