Durante los últimos años ha existido una importante diferencia entre los valores a los que se publican los inmuebles en los portales inmobiliarios y la cantidad que los compradores están dispuestos a pagar. Según Idealista, este ‘gap’ es del 19,6% y obliga a los vendedores a negociar el precio de venta hasta encontrar unas condiciones favorables para ambas partes.
Ahora bien, ante la subida de tipos de interés implementada por el Banco Central Europeo (BCE), los costes de las hipotecas iniciaron una escalada a principios de este año que todavía continúa y llevó al euríbor hasta una media mensual del 2,33% en septiembre. En este contexto, Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, advertía en septiembre que podía esperarse un “mayor potencial de corrección de los precios de la vivienda” durante los próximos meses. Expertos del sector consideran que esta corrección implica, entre muchas otras cosas, una reducción de la brecha entre los precios de las publicaciones y sus valores finales de venta.
Al respecto, los especialistas del comparador inmobiliario HelpMyCash aseguran que el escenario actual del mercado plantea nuevos desafíos para los vendedores: hacer una tasación adecuada, despojarse del valor emocional y negociar son la clave para llevar la operación a buen puerto. ¿Por qué?
El encarecimiento de las hipotecas obliga a negociar
Paula Eseiza, experta inmobiliaria en el comparador, explica que ante el incremento desbocado de los costes de las hipotecas, se puede esperar que las ofertas de los compradores sean cada vez más ajustadas. Y es que una familia con solvencia suficiente para pagar una cuota de, por ejemplo, 800 euros al mes entre amortización e intereses, destinará menos dinero a la compra de la propiedad para compensar los costes de su préstamo hipotecario.
Por otro lado, gran parte de los vendedores tienen una expectativa de precio alta en comparación con los valores que dicta el mercado. Este es el llamado ‘valor emocional’, una variable subjetiva basada en experiencias o recuerdos que llevan al propietario a apreciar el inmueble más allá de sus cualidades concretas y deriva en un sobreprecio a la hora de publicar el anuncio en los portales.
“En este nuevo escenario, los compradores no están dispuestos a pagar sobreprecios, lo que obliga a los vendedores a ser minuciosos a la hora de definir el valor de mercado de su vivienda. Además, la negociación es cada vez más necesaria. Y el punto de partida para una buena negociación es una valoración adecuada de la vivienda”, apuntan desde HelpMyCash y aconsejan pedir al menor tres valoraciones profesionales antes de determinar el precio de la propiedad.
Cada euro cuenta
En este contexto, cada euro cuenta. Y aunque la situación del mercado obligue a negociar el precio de venta, existen alternativas para ahorrar dinero y compensar, al menos en parte, este ajuste.
Los servicios de las inmobiliarias online, por ejemplo, son una opción a tener en cuenta. Según los especialistas de HelpMyCash, los honorarios de estas agencias son hasta un 80% más baratos que los de las inmobiliarias de toda la vida; aunque no incluyen todos los servicios. En general, el propietario debe encargarse de las visitas y la gestión de la cédula de habitabilidad y el certificado energético, si fuera necesario.
Así, si se vende una vivienda de 350.000 euros, una inmobiliaria online podría cobrar unos 4.490 euros por los servicios de intermediación, mientras que una inmobiliaria tradicional cobraría entre el 3% y el 7% más IVA del precio de la vivienda, es decir, entre 12.705 y 29.645 euros. “Contactar con una inmobiliaria online es una opción interesante para quienes quieren minimizar los gastos por la venta de su vivienda. Aunque cabe tener en cuenta que no incluyen todos los servicios: el propietario debe participar activamente en el proceso de venta”, concluye Eseiza.
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