El Banco de España puso ayer cifras al debate sobre la ampliación del periodo de cómputo de la base reguladora para calcular las nuevas pensiones. Se trata de una cuestión polémica porque, en principio, el Gobierno se habría comprometido con Bruselas a aumentar este periodo como medida de control de gasto, ya que en términos generales cuantos más años de cotización se tomen en cuenta para calcular las prestaciones, más bajas serán estas, al comprender más años del inicio de la carrera laboral que suelen ser de peores cotizaciones. Este recorte de las cuantías que supondría dicha ampliación cuenta con el rechazo frontal de los agentes sociales, por lo que, de no matizarse, será imposible sacar adelante con el acuerdo que quiere el Gobierno.
Los más perjudicados con la ampliación de 15 a 25 años
La última gran reforma de pensiones de 2011, que se hizo con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, además de elevar de manera progresiva la edad de jubilación (hasta los 67 años en 2027) también amplio el número de años que se tienen en cuenta para calcular la pensión, pasando también progresivamente de 15 a los últimos 25 años de cotización, que ya se computan en 2022. El Banco de España también ha calculado en su último informe publicado ayer sobre esta materia cómo afectó esta ampliación a distintos colectivos. En general ha recortado las nuevas pensiones una media del 5%. pero el recorte fue aún mayor para las pensiones medias altas, que se han rebajado un 7,7% y para los trabajadores que contaban con más de un año de cotización a tiempo parcial, que han visto rebajadas sus pensiones un 6,2% respecto a la que se les habría reconocido tomando los últimos 15 años cotizados, como ocurría hasta 2011. Por el contrario, los trabajadores a los que menos afectó esta ampliación fue a aquellos con masa de un año de lagunas de cotización, que han experimentado una rebaja solo del 0,4%.